Diámetros aparentes de las luminarias
Voy a exponer una cuestión que suele ser pasada por alto en casi la totalidad de manuales astrológicos, y sin embargo, como veremos a continuación, puede tener interesantes implicaciones tanto teórico como prácticas en materia astrológica.
Al calcular una carta mediante software basado en efemérides modernas obtenemos una precisión de hasta centésimas de segundos de arco en las posiciones de los cuerpos celestes. Por ejemplo, en el momento de escribir este texto, la Luna está a 5°00'30.05" de Piscis.
Sin embargo, al salir afuera y mirar directamente el cielo, nos daremos cuenta de que los planetas vistos desde la Tierra son más como discos luminosos que puntos de 0,01". Esto se puede apreciar mejor en el caso de las Luminarias, cuyo diámetro del disco es de medio grado, aproximadamente.
(Llamamos «luminarias» al Sol y a la Luna por ser las «luces» principales del cielo).
En astronomía, el diámetro angular es el tamaño aparente del diámetro del disco de un cuerpo celeste, visto desde la Tierra, expresado en grados. Estos diámetros aparentes no son fijos sino que fluctúan ligeramente en función de la distancia de los astros respecto a la Tierra.
Las cifras que encontramos en Wikipedia para el diámetro angular de los planetas visibles son las siguientes:
Sol: de 31′31″ a 32′33″
Luna: de 29′20″ a 34′6″
Júpiter: de 29,80″ a 49,06″
Venus: de 9,67″ a 63,00″
Marte: de 3,50″ a 25,08″
Saturno: de 14,50″ a 19,92″
Mercurio: de 4,54″ a 13,02″
En la práctica los diámetros angulares de los planetas son muy pequeños, (el de Júpiter no llega a 1’). Pero el caso de las luminarias es distinto por dos razones. Primero porque casualmente ambos astros vistos desde la Tierra presentan un tamaño casi idéntico. Segundo porque dicho tamaño es de medio grado, lo que sí resulta algo considerable astrológicamente. Por lo tanto, vamos a prestar atención principalmente a las luminarias en este asunto.
Para apreciar lo grandes que son las distancias angulares vistas directamente en el cielo, podemos tomar la referencia de una luna llena: si juntamos dos lunas llenas cubrimos el espacio 1º, ya que el diámetro del disco lunar presenta un tamaño angular de 29’ a 34’.
La cuestión que surge a continuación es la que en ocasiones nos hemos preguntado: ¿Por qué si las luminarias tienen un tamaño aparente de 0.5º el software las sitúa en los signos zodiacales con muchísima más precisión?
En realidad, lo que ocurre es que tanto las efemérides como los programas tratan los planetas como si fuesen puntos y los ubican tomando como referencia el centro de su disco visible.
Vamos a imaginar que la circunferencia de la siguiente figura corresponde al disco solar o lunar visto desde la Tierra. Cada cuadro de la rejilla representa unos 5’ de arco (sólo aplicable en el caso de las luminarias).
Las efemérides marcan la posición del punto central «C», con la precisión de segundos o incluso centésimas de segundos. Sin embargo, el diámetro del astro abarca desde el punto A hasta el punto B: en total unos 30’ de arco (la mitad de un grado). Recordemos que estamos usando un valor medio de 30’ para el díámetro pero éste puede fluctuar, pudiendo llegar a 32’ o incluso 34’ en el caso de la Luna.
Ahora supongamos que las efemérides ubican «C» a 0º de cualquier signo. En realidad tendríamos a la mitad del circulo (15’) dentro de dicho signo y a la otra mitad en el anterior.
En la anterior figura, la parte del disco que va de A a C ha entrado dentro del signo (marcado en naranja) mientras que la otra mitad, de C a B permanece en el signo anterior (color verde). Sólo el disco está completamente en el signo nuevo a 0º15’. Del mismo modo hasta 29º45’ el disco está totalmente en el mismo signo pero a partir de ahí ya empieza a entrar en el siguiente.
Atendiendo a la observación directa podemos hablar de un proceso de transición para las luminarias de un grado al siguiente que va de xº45' a xº15', aproximadamente.
En la siguiente figura vemos que el punto A ha llegado a los 0º del siguiente signo cuando B está aún a 29º30’ del signo anterior. En las efemérides se reflejará la posición del punto C, a 29º45’.
Y a continuación podemos ver que cuando todo el disco ha cruzado ya al siguiente signo, situándose B a 0º, A ya está a 0º30’ y en las efemérides se anotará la posición del punto central, C, a 0º15’.
Implicaciones de los diámetros aparentes de las luminarias en la carta astral:
- Grados fronterizos. Una luminaria puede estar al final de un signo y al principio de otro al mismo tiempo. Sin embargo, la consideración del diámetro aparente de las luminarias nos puede ayudar a establecer con más convicción su posición en los casos dudosos, cuando éstas se hallan a 29º o 0º de un signo. Según lo visto anteriormente, aunque la luminaria esté por ejemplo a 29º40’ tenemos la seguridad de que ninguna parte del disco ha llegado aún al siguiente grado, por lo que no tienen sentido interpretaciones ambiguas. Y también, habiendo ya cruzado al siguiente grado, si ha rebasado la posición de 0º15’ (o 0º17’ en el caso de la Luna) sabemos que el disco completo ha superado la fase de transición al nuevo grado.
De forma análoga se pueden aplicar estas observaciones, no sólo para los cambios de signos, sino también para las transiciones entre términos, decanatos, dodekatemorias o grados individuales.
- Línea del horizonte. Una luminaria puede estar tanto sobre como bajo el horizonte a la vez. Si vemos la salida o puesta de cualquiera de las dos luminarias notamos que es un proceso que dura unos minutos y no una centésima de segundo, tal y como deducen algunos programas informáticos. Esto puede afectar al cálculo de Partes o Lots en nacimientos nocturnos, en los que hay que invertir las fórmulas de acuerdo a la tradición helenísitca.
- Orbes de aspectos exóticos y puntos medios. Algunos aspectos de los denominados «menores» se toman con orbes mucho más reducidos de 1º o menos. Lo mismo también sucede con las diversas configuraciones de puntos medios. Si tenemos en cuenta que el radio aparente de la luminaria mide 15’, esto ya supone un 25% del orbe que habría que incrementar respecto al punto central marcado en las efemérides.
- Tiempo de las direcciones. De acuerdo a la clave utilizada en diversas direcciones de 1º = 1 año hay 6 meses de orbe a lo largo del diámetro aparente de la luminaria, ya que ocupa 0,5º.
- Revolución solar y lunar. Aunque calculemos las revoluciones para el tiempo de superposición exacto entre los centros de los discos de ambas luminarias, los periodos de contacto son mucho mayores si se tiene en cuenta todo su diámetro aparente.
Conclusión:
Al practicar una astrología más basada en la observación del cielo, tal y como hacían los antiguos, en lugar de la observación de las pantallas de tablets y computadoras personales, cabría tener en cuenta este fenómeno para ir anotando el efecto de todas las consecuencias que se derivan de ello.
Paris a.m.g.